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¡Por favor! No le pegues a tus hijos

Septiembre 18 de 2014.

por Karen Murillo

"Mamá un golpe no me educa... Me humilla"

He escuchado (y peor aún, leído) que "una nalgada a tiempo" nos puede liberar de muchos problemas en el futuro... Y retomo 'NOS' puede liberar de muchos problemas, a nosotros papás, no así a los niños.

La educación de los hijos, está a cargo de los padres, de eso no hay duda, pero eso no nos da el poder o la autoridad para abusar de ellos a través de los golpes. Ser padres y madres es una tarea difícil, sin embargo, es una tarea para la que no todos estamos preparados y aún así decidimos asumir.

Usar los golpes (nalgadas, cachetadas, pellizcos, zapes o cualquier forma de violencia física) es una forma de enseñar a nuestros hijos, que su condición de niños, nos autoriza utilizar la violencia como instrumento de una 'buena disciplina'. Y en el "tú niño, yo adulto", también les enviamos mensajes con más fondo: "los adultos pueden abusar de ti, porque te estamos enseñando cómo funciona el mundo".

¡Qué error más grande!

Pegar a los hijos como forma de educar, además, los humilla, los hace sentir como niños malos, que se merecen lo que les está pasando.... Y lo peor es que los papás que pegan a sus hijos, seguro no lo hacen una vez y con eso queda, sino que constantemente tienen que usar los golpes "porque este niño no aprende" (ni aprenderá, se los garantizo).

Los niños a los que les dan "su nalgada a tiempo", saben que cuando están jugando en la casa y rompieron por accidente el jarrón chino de la abuela, de inmediato vendrán las temidas nalgadas y cinturonazos... Entonces lo que sí aprende, es a esconderse y de paso si puede, aprende a mentir sobre lo que ha ocurrido... Es decir, aprenden a tener miedo de sus padres.

A la vuelta de los años, aprenden a ser adolescentes que saben mentir y saben esconderse de papá y mamá para evitar la consecuencia de su conducta adolescente (o por lo menos lo que sus amigos les enseñan lo que la conducta adolescente debe ser...).

¿Y entonces cómo le hago entender a mi hijo sin que se me salga de las manos?

Porque otra de las justificaciones para pegar a los hijos es: "si no lo hago ahora, tendré un niño que aprende a manipularme y se me va a salir de las manos... Más vale un golpe a tiempo".

Nadie dijo que los niños, por ser niños, son tontos. Ellos también entienden cuando se les habla y se les explica el porqué de su comportamiento.

A un niño o niña, se le deben dar las herramientas para saber qué se espera de él o ella. Y cuando no cumple o "se ha portado mal" se deberá trabajar con CONSECUENCIAS LÓGICAS.

Por ejemplo: rompiste el jarrón chino de la abuela, hablo contigo, te digo que eso me hace sentir muy triste y enojada, porque el jarrón era especial. Te explico, que el área de correr es en el jardín, te explico que lo que ha sucedido tendrá una consecuencia. Te pido que limpies, recojas y -de ser posible- lo repares.

Todo lo anterior, tiene implicaciones mucho más positivas que el primer escenario y se demuestran paso a paso:

  • "Lo que sucedió me hace sentir triste / enojado": le estoy enseñando a poner nombre a las emociones y manifestarlas; llamado por los expertos: inteligencia emocional.

  • "El área de correr es en el jardín": le comunico lo que se espera de su conducta, dónde es posible realizar sus actividades y de paso queda implícito que la sala no es un patio de juegos, aunque debemos estar conscientes que al tener niños en casa, todas las áreas, son áreas de juego porque así es cómo aprenden... y procuro guardar el jarrón y otras reliquias, hasta que sea posible utilizarlas como decoración.

  • "Lo que ha sucedido, tendrá una consecuencia": no lo estoy amenazando o amedrentando, como ocurre con los golpes, le estoy haciendo ver que todas nuestras conductas, buenas y malas, tienen consecuencias lógicas, así aprenderá a elegir ante una disyuntiva en el futuro.

  • "Le pido que limpie, recoja y lo repare": si bien lo más probable es que no pueda reparar el jarrón original, sí es posible enseñarle el valor de las cosas al pedirle que invierta su tiempo en limpiar y recoger y su domingo en reponerlo. Incluso pueden hablar sobre comprar un nuevo decorado para la sala, algo que puedan elegir entre todos para evitar accidentes en el futuro. No se trata de castigarlo de por vida y descontarle hasta que logre pagarlo, eventualmente debe olvidar que lo rompió y no recordárselo a cada rato.

De esta forma, podemos realmente educarles con el ejemplo y formar niños y adolescentes seguros, confiados y abiertos a la comunicación con sus padres. .

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© 2015 Colegio Keppler

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